Esta semana queremos compartir el primer post (que no será el único) monográfico del blog de Arce Rojo. Lo hacemos con una de las parejas más especiales y reconocidas como son los hermanos Ronan y Erwan Bouroullec.

Hermanos diseñadores nacidos respectivamente en 1971 y 1976 en Quimper, Bretaña. Ambos se graduaron en la Escuela Nacional Superior de las Artes Decorativas de París (École nationale supérieure des Arts Décoratifs) y desde 1998 comparten estudio en París.
Estos hermanos son polifacéticos. Diseñan desde muebles hasta joyas pasando por jarrones o proyectos de arquitectura más amplios. Sobre todo, “trabajan el espacio” como ellos mismos afirman. El proyecto que les dio a conocer data de 1998:
“Kitchen System” fue un diseño para una cocina autónoma, que no dependiera de una pared y que fuera posible transportar en mudanzas con comodidad. Aquí os dejamos unos bocetos de Ronan Bouroullec que podrían perfectamente pertenecer a un manual de Ikea.

Desde el año 2000 colaboran con la empresa suiza Vitra, especializada en diseño, para la que realizan colecciones de mobiliario principalmente como el famoso sofá Alcove Highback sofa (2006) o la silla Vegetal Chair (2009)

Y por último, dos proyectos de subdivisión de espacios que nos gustan especialmente. El módulo Algue (2004) inspirado en una red de algas, que parte de una pieza individual que puede ir multiplicándose y engarzándose en distintas posiciones hasta crear una “pared” muy especial.

Acabamos con el proyecto Clouds (2009) que al igual que el módulo Algue parte de una unidad que puede ir multiplicándose, con la particularidad de que esta “pared” está hecha de ¡espuma y tela termocomprimidas!

Os animamos a que os paseis por su web, porque estos 5 productos solo son una ínfima parte de todo lo que llevan diseñado desde hace más de 20 años de carrera.
¡Esperamos que os haya gustado! Si hay algún diseñador que os guste especialmente no dudéis en compartirlo en nuestras redes (@arcerojo.singularpieces) e intentaremos preparar un post con sus curiosidades.
Gracias por leernos un martes más!

Hoy hemos entrado en las casas japonesas tradicionales para aprender un poco de esta cultura tan diferente a la nuestra. Esperamos que disfrutéis de estos hogares tan especiales.

1. Las casas tradicionales japonesas se construían en madera, papel y paja y hasta hace pocas décadas seguían siendo muy utilizadas.

2.- Las viviendas tradicionales no estaban construidas a ras de suelo sino elevadas para evitar filtraciones y humedades excesivas.

3.- Excepto cocina y baño, las casas son absolutamente polivalentes, modificando el espacio a través de puertas correderas, fusuma (襖 ふすま)

4.- En el vestíbulo de la casa, genkan (玄関), se deja el calzado antes de entrar para proteger el tatami que recubre los suelos

5.- El tatami (畳 たたみ) son esteras trenzadas de paja de arroz.

6.- Aun en la actualidad el tatami se usa como sistema de medida. Incluso en los anuncios de pisos o casas hablan de X número de tatamis.

7.- El color de la vajilla importa. Aunque en occidente lo normal es tener 1, quizá 2, en Japón el color del plato, su estampado y sus formas importan y depende de la estación.

8.- El Byobu o Biombo como nosotros lo conocemos es un elemento esencial en estas casas pero curiosamente no es de origen japonés. Se introdujo en el siglo VIII cuando los artesanos japoneses empezaron a elaborarlos influidos por los prototipos originados en China.

9.- Zen es la palabra japonesa para la filosofía budista que se centra en la tranquilidad. En decoración se centra en espacios limpios, minimalistas. Las casas tradicionales japonesas no tienen nada que no sea necesario o que “estorbe”.

10.- Tradicionalmente todas las casas debían tener un jardín privado, por pequeño que fuera y la distribución de la casa se realizaría entorno a él para favorecer la unión del hogar con la naturaleza.

Podríamos decir que la Teoría del Color no es única, dependerá del campo en el que queramos aplicarlo. Arte, cine, diseño, arquitectura, psicología… En nuestro caso, decoración, hogar, interiores al fin y al cabo.

Por eso, esta pequeña introducción al color no pretende ser una guía si no dar unas pequeñas pinceladas sobre lo que nos producen, sin darnos cuenta, los colores en nuestras propias casas y cómo trabajamos nosotras con el color (o su “ausencia”).

La primera definición según la RAE para color es:

Sensación producida por los rayos luminosos que impresionan los órganos visuales y que depende de la longitud de onda.

Eso es lo interesante. La sensación.

Seamos sinceros, algunas personas vemos demasiados colores… (Verde menta, rojo fresa, mandarina, salmón, berenjena…) Y otras personas con los del arcoíris se apañan. Lo que está claro es que los colores producen unas pautas en nosotros que han sido muy estudiadas. Una de las empresas que se dedica a ello, por ejemplo, es Pantone. 

Cada año, Pantone publica el “color del año” y le da mucha importancia a lo que su elección implica. 2020 es Classic Blue y por ello, empezaremos por los azules.

Los azules pertenecen a la gama de colores fríos, junto con púrpuras y la mayoría de los verdes. Son colores que transmiten serenidad, pasividad, amplitud… 

Mientras que los colores cálidos como los rojos, amarillos o naranjas despiertan el cerebro, aportan energía, activan.

Así que cuidado, un color frío en espacios muy amplios puede pecar de resultar sombrío o aséptico, o un color cálido en una habitación muy pequeña puede generar claustrofobia. 

Sin embargo, la combinación de pequeñas zonas de colores intensos en un despacho, por ejemplo, pueden ayudar a nuestra mente a empezar a funcionar. O un tono más frío en un dormitorio puede ayudar a conciliar el sueño.

Por ejemplo los chicos de Una Página en Blanco lo usan perfectamente cuando hacen nuestras sesiones de fotos. Colores neutros, que permitan destacar nuestros productos y siempre, un toque de color. Las gamas más neutras (blancos, beige, grises…) permiten que destaquemos lo que más nos interesa en cada espacio. Y la estética casi monocroma ayuda a que el único objeto de color diferente resalte mucho más.

¿Qué hay de la “ausencia de color”? Ahí es donde nosotras nos movemos con nuestros productos en Arce Rojo. Solo 2 colores, con barniz o sin barniz. La textura de un material es, por supuesto, un color en sí mismo. Y la base de la relación, directamente aplicable en nuestras casas, es el equilibrio. Equilibrio entre claro y oscuro, rústico y moderno, intenso y discreto, elegante y atrevido…

El equilibrio de las sensaciones.

“Mis cuadros ya no me interesan… Siento mucha más curiosidad por los que aún no he hecho.”

No, no vamos a contaros que hemos decidido dejar nuestros posavasos para dedicarnos al óleo sobre lienzo, pero esta frase del pintor Pablo Picasso nos ha resultado especialmente oportuna.

Este mes de mayo hizo, aproximadamente, un año desde que empezamos a dibujar nuestros primeros bocetos. Un año en el que han pasado muchas cosas, pero sobre todo en el que hemos aprendido muchísimo. Hemos probado materiales, pinturas y barnices. Hemos chamuscado piezas y roto algunas otras. Hemos visto lo que no funciona y lo que sí, lo que usaríamos y lo que no. Hemos vendido nuestras primeras piezas y hecho algunos encargos personalizados especialmente motivadores.

Ahora, después de un parón que hemos aprovechado para formarnos y organizar nuestra próxima colección, empezamos este cuaderno virtual. No somos expertas, pero somos muy inquietas. Por eso, queremos compartir con vosotros/as todos esos pequeños trucos e ideas que conocemos, artistas que nos apasionan, tendencias en decoración alrededor del mundo o los orígenes históricos de algunas de las piezas que todos tenemos en nuestras casas.

Queremos crear un pequeño espacio semanal interesante y especial que nos sirva para conectar más con vosotros y tratar temas que a todos nos gusten.

Deseamos que os guste y participéis con vuestras ideas y opiniones que, sin duda, ¡nos enriquecerán a todos!

Nos vemos el próximo Martes con el primer post (serio) de #MartesDeBlog  🙂

P.D. ¡Recordad que nos vemos en Redes Sociales con todas las novedades! (@arcerojosp)